jueves, 3 de agosto de 2017

La vitivinicultura Cuyana

La vitivinicultura Cuyana
Si bien las condiciones naturales de Cuyo no resultaban favorables para el cultivo, a fines del siglo XIX la instalación de vías férreas, la construcción de sistemas que ayudaron a superar la escasez de agua y, luego, la sanción de normas legales que organizaron su uso para el riego, posibilitaron el desarrollo agrícola. Ante estas condiciones, muchos inmigrantes que llegaban al país se dirigieron hacia Mendoza y San Juan, donde había comenzado a desarrollarse el cultivo de la vid.Actualmente, a Mendoza le corresponde alrededor del 70% de la producción vitivinícola argentina y a San Juan, alrededor del 25%.La demanda interna ha caído considerablemente, tanto por la competencia de otro tipo de bebidas como por la apertura de la economía que supuso el ingreso de vinos importados. Ante esta situación crítica, los productores más grandes se han orientado hacia la exportación.Sin embargo, esta estrategia no resulta viable para los pequeños productores, que no disponen de la capacidad necesaria para convertirse en exportadores (ello implicaría, por ejemplo, realizar nuevas plantaciones acordes con los estándares internacionales y esperar a que den fruto).En estas condiciones, se observa una tendencia general hacia la consolidación de una menor cantidad de unidades productivas, pero de tamaño mayor.La vitivinicultura en la actualidadLa reducción del mercado interno, debido a la disminución del consumo, ha generado un sostenido incremento de las exportaciones de vinos que ha sido acompañado con una mejora en la tecnología utilizada. Esto ha hecho que en los últimos 10 años, la República Argentina se haya incorporado a los países exportadores de vinos (lugar decimoprimero) con productos de excelente calidad. Todos estos cambios en la composición, calidad y oferta de vinos han multiplicado las oportunidades de negocios, favorecidas por el reconocimiento de las características cualitativas de los vinos argentinos en el exterior, que se encuentran comprendidos en franjas de precios que les permiten competir en los mercados tradicionalmente consumidores de vinos de otras regiones productoras. La Argentina ocupa un importante lugar en el contexto vitivinícola mundial y comienza a posicionarse como un exportador altamente competitivo de los tradicionales países vitivinícolas como Francia, España e Italia. La inserción en los mercados internacionales generó una notable innovación en la vitivinicultura argentina, motivada principalmente por la necesidad de adecuarse a las nuevas exigencias de los nuevos mercados a los que está dirigida la producción. Los principales mercados para los vinos argentinos son Rusia, Estados Unidos, Paraguay, Reino Unido, Canadá y Brasil. Los vinos espumosos son comercializados primordialmente en Brasil, Chile, Uruguay, Venezuela y Estados Unidos.




Fuente: C. Barros y otros. “Geografía de la Argentina. La organización territorial”, Buenos Aires, Estrada, 2001 (adaptación). INV, Instituto Nacional de Vitivinicultura (adaptación). En: “Ciencias Sociales 3”, unidad 16. Ministerio de Educación.

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